Fuente: Manufacturing Tomorrow
Dado que las poblaciones de todo el mundo permanece confinada y muchas tiendas han cerrado temporalmente para frenar la propagación del COVID-19, los minoristas enfrentan un nivel de demanda nunca antes visto. Desde alimentos hasta guantes y máscaras, los consumidores de hoy necesitan que se les entreguen en sus puertas suministros críticos para la salud, lo que significa que los minoristas necesitan asegurarse de que las instalaciones de fabricación que suministran sus productos están equipadas para funcionar.
Ahora más que nunca, el IoT es un recurso invaluable para los fabricantes que desean y necesitan optimizar el proceso de entrega de paquetes. Cuando se adjunta a los contenedores de envío, el IoT brinda a información a los fabricantes sobre lo que está sucediendo en cada punto de la cadena de suministro, asegurando así que sus productos lleguen a sus destinos de manera segura y oportuna. Así es como los fabricantes pueden implementar dispositivos IoT para garantizar una visibilidad crítica en los viajes de la cadena de suministro de extremo a extremo y aliviar las complicaciones en el camino.
Proteger los productos en el trayecto
Los fabricantes son responsables de transportar de forma segura sus productos desde sus instalaciones a sus destinos finales. Especialmente para los productores de artículos perecederos o frágiles (p. Ej., alimentos o medicamentos), lograr esto exige un estrecho seguimiento de cualquier cambio en las condiciones ambientales que puedan dañar los productos. Estos cambios pueden incluir fluctuaciones en la temperatura, la humedad, la inclinación o la manipulación, lo que en consecuencia puede causar un problema grave de salud pública.
Con este fin, los fabricantes pueden implementar dispositivos habilitados para IoT conectados a contenedores de envío para asegurar información valiosa y actualizada sobre las condiciones de los contenedores. Con estos datos, los fabricantes pueden actuar rápidamente para remediar cualquier perturbación ambiental que pueda poner en peligro la integridad de sus productos, así como también identificar y corregir cualquier factor que pueda causar problemas en el futuro.
Del mismo modo, utilizando actualizaciones de seguimiento en tiempo real recopiladas por dispositivos IoT, los fabricantes pueden evaluar si les conviene reevaluar sus rutas de envío en aras de la velocidad de entrega. Por ejemplo, si los obstáculos que provocan demoras pasan desapercibidos a lo largo del viaje de envío, las entregas pueden retrasarse y las operaciones generales pueden verse abrumadas. Esto significa que los fabricantes no cumplirán con los pedidos de los clientes. Sin embargo, al identificar ese patrón de interrupción utilizando soluciones de IoT, el fabricante puede evitar rutas problemáticas para acelerar sus entregas.
Comunicarse con los clientes
Debido a que muchos de los productos que se envían durante este tiempo son urgentes, las expectativas de los clientes son mucho más altas cuando se trata de recibir entregas a tiempo. Una vez más, las capacidades de seguimiento de ubicación de IoT pueden ayudar a cumplir las expectativas de los clientes al permitir que los fabricantes controlen el paradero de los contenedores. Con esta información, los fabricantes pueden compartir de manera proactiva aproximaciones de entrega actualizadas con sus clientes y mantener alianzas sólidas.
Ser capaz de proporcionar actualizaciones de envío ofrece a los clientes cierta tranquilidad en un momento muy agitado. Dicho esto, con una demanda tan abrumadora de productos, junto con posibles disminuciones en la disponibilidad del personal como resultado de la propagación del coronavirus, es inevitable que los fabricantes puedan enfrentar algunos inconvenientes a lo largo del viaje del producto. Para evitar que esas complicaciones dañen las relaciones de los fabricantes con sus clientes, los fabricantes pueden utilizar los conocimientos proporcionados por los dispositivos IoT para abordar cualquier problema de manera directa y proactiva con los clientes para gestionar las expectativas. Por ejemplo, si un fabricante descubre que se perdió un envío, puede reenviar una nueva unidad lo antes posible e informar al cliente de la situación para que sepa que esperan retrasos. Este tipo de diálogo abierto demuestra el compromiso del fabricante con el servicio al cliente y, con suerte, aliviará las frustraciones de los clientes siempre que sea posible.
Tenga conectado todo el viaje de envío
Mantener una idea de las condiciones de envío y el paradero es inmensamente valioso tanto desde el punto de vista operativo como de servicio al cliente, pero esto solo es posible si los dispositivos IoT que facilitan esa información permanecen conectados a una red confiable durante todo el viaje de envío. Es posible que las instalaciones de fabricación no siempre estén ubicadas cerca de los minoristas que transportan sus productos, lo que significa que los fabricantes necesitan una solución de conectividad global para que los sensores IoT conectados a sus contenedores funcionen.
Una red de área amplia y baja potencia que puede transferir pequeñas cantidades de datos, como información sobre ubicación o atmósfera de contenedores, a través de grandes distancias es extremadamente poderosa aquí. Una red 0G cumple con estos criterios y puede permitir a los fabricantes obtener información sobre sus envíos a un coste menor que los proveedores de IoT tradicionales, sin sacrificar nada de la calidad. Al ser un dispositivo de baja energía, la duración de la batería de los dispositivos conectados a la red dura más, lo que significa que los fabricantes pueden estar seguros de que pueden obtener actualizaciones continuas de sus envíos durante todo el recorrido de la cadena de suministro.
Debido a que el coronavirus se está extendiendo rápidamente, los pedidos en línea de bienes como alimentos, productos farmacéuticos y productos sanitarios están aumentando, y los fabricantes no pueden permitirse demoras o correr el riesgo de dañar los productos. Al implementar sensores habilitados para IoT en sus contenedores de envío, los fabricantes pueden mantener la supervisión de las condiciones de envío, la manipulación y el paradero y corregir retrasos o daños según sea necesario para garantizar que sus productos lleguen a los minoristas a tiempo y en condiciones óptimas. De esta manera, pueden optimizar su cadena de suministro para sobresalir a pesar de la mayor presión ejercida sobre ella y cumplir mejor con las expectativas del cliente durante este momento crítico.