“En el momento de la conciencia ambiental, decidimos comparar el consumo de una tableta con el de Smilio para recabar la opinión de los clientes. Y hacemos la pregunta: ¿hay todavía razones para favorecer los sistemas que consumen energía, simplemente porque “es más digital”? ¿Cuándo tomarán en cuenta las empresas este criterio de manera tangible en el momento de la elección?
Consumo de tabletas: 51 kWh / año
Una tableta de medición de satisfacción siempre debe permanecer encendida, de lo contrario los usuarios no la verán. Consume energía las 24 horas del día:
Con un consumo promedio “sin carga” de 5.9W *, el consumo anual de la tableta será: 5.9 * 24 * 365/1000 = 51.684 kWh / año. A 15 centavos por kWh en Francia, esto representa un costo adicional de 51.684 * 0.15 = 7.75 EUR / año / dispositivo.
Consumo de Smilio: 0.0006 kWh / año
Al mismo tiempo, Smilio no necesita ser alimentado continuamente: ¡se puede leer independientemente del brillo ambiental!
El consumo de energía total en espera se reduce a 0.000068 W (= 68uW). Ese es un consumo promedio anual de “descarga” de 0.000068 * 24 * 365/1000 o 0.0006 kWh / año. Las baterías están incluidas y permiten una autonomía de 18 meses a 6 años según el caso de uso.
86 veces menos energía consumida con Smilio
La diferencia es 51.684 / 0.0006 = 86 140. Por lo tanto, la tableta consume 86 140 veces más que Smilio, sin tener en cuenta el costo energético de la transmisión de datos.
Es más difícil calcular el peso de los envíos de datos, que depende de muchos factores. Pero, de nuevo, estará a favor del #0G (Smilio), y muy ampliamente.
Al no ser muy experto en el tema, tampoco comenzaré en los aspectos relacionados con el impacto ambiental de las baterías de las tabletas frente a las 4 baterías de Smilio, pero tengo la intuición de que el equilibrio no estará en contra de este último.
¿Cuándo finalmente alinearemos las palabras y los actos?
Ver los campeonatos mundiales de atletismo en un estadio con aire acondicionado, o pantallas de publicidad HD en el metro, no fomenta particularmente el optimismo.
La pregunta que debe hacerse es la siguiente: una empresa que tiene la opción de elegir entre los dos sistemas, al mismo precio, ¿valorará el impacto ambiental? ¿O seguiremos viendo a altos ejecutivos explicar que eligen tabletas porque “es más digital”?
Recordemos al pasar las otras tabletas “negativas”: no podemos colocarlas en ningún lado debido al poder (debido a su consumo), son robadas, a menudo están caídas, son antihigiénicas y son de verdaderos filtros de seguridad para TI.
¿Cómo valorarías eso?