Fuente: La Razón
Estas réplicas exactas en el mundo digital basadas en millones de datos permiten hacer un mejor uso de los recursos y del espacio, tanto público como privado, hacer simulaciones y gestionar las ciudades de una forma más eficiente, sostenible e inteligente.
Las pruebas de ensayo y error consisten en probar una alternativa y verificar si funciona. Si es así, se tiene una solución. En caso contrario, se intenta una alternativa diferente. Pero este planteamiento no es siempre realizable, sobre todo cuando hablamos de grandes infraestructuras o de una ciudad entera. Imaginemos que un consistorio se está planteando cambiar la dirección de algunas calles. ¿Sería razonable hacerlo o solo empeoraríamos el tráfico?
Las tecnologías permiten, gracias a lo que se conoce como gemelos digitales, realizar este tipo de pruebas en un entorno virtual que replica el real, ahorrando tiempo, dinero y recursos. Además, también permiten hacer simulaciones de otra índole, como desastres naturales poco frecuentes. ¿Cuál sería la mejor ruta de evacuación en uno de estos casos?
Qué es un gemelo digital
Un gemelo digital es una representación virtual de un objeto, sistema o proceso del mundo físico que se actualiza a partir de datos en tiempo real y utiliza simulaciones, machine learning y razonamiento para facilitar la toma de decisiones. Para crearlo, se necesitan datos en tiempo real recopilados por sensores instalados en los activos físicos. Estos sensores capturan información sobre condiciones operativas, rendimiento, temperatura, humedad, presión, entre otros. Además, se utilizan tecnologías como el modelado 3D, el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA) y el Big Data. «La combinación del IoT con los gemelos digitales será fundamental para afrontar los retos urbanos que se avecinan, ya que nos permitirá simular y predecir el comportamiento de infraestructuras y servicios en tiempo real», detalla Manuel Álvarez, Managing Director UnaBiz en España, por lo que se puede emplear para saber cómo actuar en cada situación y tomar decisiones informadas antes de que los hechos se produzcan.
En el caso de las ciudades, se utilizan en la planificación y gestión de ciudades inteligentes o smart cities. De hecho, es una de las principales apuestas de muchas de las ciudades españolas, cuyos consistorios tienen total o parcialmente desplegados algunos de estos proyectos.
«La implantación de este tipo de soluciones beneficia tanto a la administración pública como a los ciudadanos, dado que permite a los responsables analizar posibles desafíos y poner a prueba diferentes proyectos e iniciativas antes de implementarlos en el seno de la ciudad y compartirlas con la ciudadanía para poder establecer un canal de comunicación bidireccional activo», detalla Carlos Morán, Responsable de Administración Local y Smart City de Esri España.