Cubbyhouse Montessori recurre a IoT para monitorizar la calidad del aire

Fuente:Redes&Telecom

La guardería Cubbyhouse Montessori, que atiende a niños de entre seis semanas a seis años aplicando el método Montessori ha comenzado a utilizar una solución de monitorización de aire desarrollada por Thinxtra que funciona con tecnología 0G Sigfox de UnaBiz. Se trata de un sistema inteligente de monitorización de los niveles de dióxido de carbono que permite gestionar la calidad del aire en espacios interiores a través de diferentes variables identificadas en tiempo real.

Después de la pandemia era de vital importancia mantener una calidad saludable del aire interior (IAQ) para los niños, sus familias y el personal. Montessori necesitaba una solución para reducir los riesgos de transmisión de enfermedades por aire, como Covid-19 y, aumentar la productividad de los estudiantes y del personal.

Montessori se asoció con Zeplin, para implementar su solución de monitorización IAQ, que comprende sensores IoT, switch and play, que miden los niveles de CO2, temperatura y humedad. Los dispositivos funcionan con baterías, con vida útil de hasta cinco años y sin requisitos de mantenimiento continuo. Los datos registrados por los sensores se transmiten en tiempo real a través de la red 0G Sigfox de UnaBiz implementada por Thinxtra, y están disponibles para ver en la aplicación de acceso remoto de Zeplin.

El Gap Cubbyhouse Montessori instaló dispositivos de monitorización IAQ en las aulas, oficinas y pasillos, cada uno con sensores que proporcionan datos fiables a través de las aplicaciones móviles y web de Zeplin. La solución es sencilla de utilizar y no requiere ningún cableado.

0G para garantizar la seguridad de los alumnos

Tener datos disponibles en tiempo real sobre los niveles de CO2, la humedad y la temperatura ayuda a tomar las medidas adecuadas para mantener la salud y el bienestar de los niños y el personal. Permite saber cuándo abrir ventanas, salir al exterior e incluso asegurar que los niños estén hidratados y vestidos adecuadamente en los meses más calurosos. La mala ventilación también tiene impacto en la capacidad cognitiva y, por lo tanto, en la productividad, por lo que reducir los niveles de dióxido de carbono significa que nadie se siente cansado o aturdido, lo que nos brinda un entorno de aprendizaje óptimo para los niños.

Además, gracias a esta solución han disminuido las bajas entre el personal y se han producido ahorros significativos en calefacción y aire acondicionado, consiguiendo una mayor confortabilidad en las aulas y la certificación de edificio seguro.