Fuente: Diario de la Industria
En la conferencia de Mobicom el 11 de diciembre en Nueva Delhi, India, investigadores de la Universidad de Washington presentaron su investigación sobre “ Internet de la vida ”.
Al ver que la batería de los drones dura en promedio menos de 30 minutos , concluyeron que no eran las mejores máquinas voladoras para recolectar datos ambientales.
Cuando los drones reemplazan a los drones
Los científicos han hecho lo que mejor pueden hacer: observar los seres vivos. Durante su investigación, notaron que los abejorros y las abejas vuelan durante mucho tiempo. Además, solo consumen el azúcar vegetal para impulsar su viaje . Es una bendición, ya no es necesario recargar las baterías cada 30 minutos.
Por lo tanto, decidieron experimentar con una plataforma de hardware pegada a la parte trasera de los drones. Los investigadores estudiaron tres especies de abejorros y encontraron que un trabajador sano podría transportar alrededor de 105 miligramos. . Entonces se les ocurrió una tarjeta que pesaba 102 mg y medía 6,1 mm por 6,4 mm.
El componente más pesado no es otro que la batería de iones de litio. Con un peso de 70 mg, ofrece una duración de batería de 7 horas. Los investigadores estiman que podría recargarse en 6 horas a través de un módulo de RF. En última instancia, un pequeño panel solar sería suficiente para alimentar la placa en miniatura.
La tarjeta también incluye una antena, un microcontrolador y sensores que analizan la humedad, la temperatura y la intensidad de la luz. Esta información se envía cada 4 segundos.
Analice la salud de las plantas en una granja inteligente
Los datos se envían cuando los drones regresan a la colmena a una velocidad de 1 kb / s. Para minimizar el consumo de energía, los investigadores utilizan un sistema de retro dispersión. Usando la banda de frecuencia de 900 MHz, el dispositivo puede transmitir datos dentro de un radio de 80 metros alrededor de un dispositivo tipo baliza . Estas balizas se instalan alrededor la colmena para geolocalizar los insectos.
Según los científicos, este prototipo encajaría perfectamente en una granja inteligente. El agricultor podría entonces obtener información valiosa sobre la salud de sus cultivos y la calidad del medio ambiente. Otra ventaja por el momento, pocos dispositivos se comunican en las bandas de frecuencia de 900 MHz operadas por la alianza LoRa y Sigfox. La interferencia es casi inexistente.
El único problema real con este prototipo es la salud del abejorro. De hecho, la tarjeta pesa casi 102 mg, mientras que puede llevar 3 mg más. Por tanto, esto le impide hacer su trabajo correctamente. Sin embargo, los investigadores especifican que no sacrificaron animales para probar la resistencia de los materiales o su sensibilidad al aleteo. Redujeron al máximo el número de cobayas. Asimismo, se liberaron los demás ejemplares capturados. Para reducir los desechos electrónicos, quieren eliminar los dispositivos antes de que el insecto muera.
En el futuro, los científicos quieren equipar a los abejorros y abejas con cámaras o sensores de señales eléctricas para comprender mejor su comportamiento y posiblemente controlar sus movimientos.