Fuente: CincoDías
Andalucía es ya la tercera comunidad autónoma española con mayor implantación del internet de las cosas (IoT), compartiendo podio por primera vez con Madrid y Cataluña, que ocupan la primera y segunda plaza respectivamente, y tras superar a Baleares, que cae una posición y queda cuarta. Así lo refleja el segundo mapa del IoT en España elaborado por Sigfox, uno de los principales proveedores de conectividad y servicios ligados al internet de las cosas, que acaba de ser adquirido por la empresa UnaBiz, con sede en Singapur.
Para llevar a cabo el estudio, Sigfox, que tiene una cuota del 31% en este mercado, según los últimos datos de la CNMC, ha analizado los 4,4 millones de objetos conectados que tiene en España (200.000 más que en la pasada edición del mapa). Los datos del mapa corresponden a 2021. La red de Sigfox está presente en el 75% del territorio español.
El análisis muestra que Madrid se consolida como líder del IoT en España, pasando del 19,26% del pasado año a rozar el 40%. Cataluña conserva la segunda posición con un 11,84%, siguiéndola muy de cerca Andalucía con un 10,57%. Pero la implantación del IoT sigue siendo muy desigual un año más. Así, mientras que cinco comunidades autónomas aglutinaron tres de cada cuatro dispositivos conectados a internet en 2021, hace falta sumar las ocho últimas para alcanzar el 6%.
En el ranking también destacaron Baleares (con el 7,7%) y País Vasco (4,76%). Por contra, Extremadura, Cantabria y Asturias son las comunidades con menor cuota de implantación, no superando ninguna el 1% sobre el total. “Los territorios con menos ayudas públicas para este tipo de despliegues o que tienen zonas con peor cobertura tienen más complicado invertir en este tipo de soluciones”, dice Víctor Vela, ingeniero de soluciones de IoT de Sigfox.
Industrias más maduras
Los sectores más maduros en la implantación del IoT, son el de facility management (gestión de inmuebles y servicios), con el 52,13%, que ha subido un 569% frente a 2020; las utilities, con el 21,13%, y la agricultura, que pasa de ser el que mayor implantación tuvo en 2020, con un 27,21% al 15,27%. En cuanto a los casos de uso más destacados, en agricultura el IoT se está utilizando principalmente para la monitorización de ganado y cultivos, en las utilities para gestionar de manera inteligente el agua y los tanques de gas, y en el facility management, para gestión de residuos, control de plagas y todo lo relacionado con la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Otras áreas de actividad destacadas por su alta proporción de dispositivos conectados son el retail (5,54%) y la automoción (2,85%).
Según Vela, el Covid-19 ha ayudado a desplegar proyectos que igual en otras circunstancias no se hubieran acometido. “Por ejemplo, el año pasado muchos de los dispositivos desplegados eran para medir la calidad del aire de interiores (CO2, temperatura y humedad) por la pandemia”.
Elena Arroyo, responsable de soporte de negocio de la compañía, también destaca cómo algunas leyes, como el nuevo real decreto sobre legionella recientemente aprobado, están ayudando a impulsar el sector del IoT porque “están obligando o invitando a empresas de restauración y supermercados y a centros públicos, como los centros comerciales, a controlar la temperatura del agua para que no se cree esa bacteria o para la detección de plagas”. Se trata de regulaciones que ayudan a ofrecer soluciones que digitalizan y hacen más eficientes muchos los procesos y reducen costes, remarcan.