Fuente: L’usine nouvelle
Para Ludovic Le Moan, CEO y cofundador de Sigfox, la crisis de salud sin precedentes obliga a los actores económicos a considerar el papel esencial de los datos en el control del impacto económico, ambiental y social de su actividad.
El mundo tal como lo conocemos ha cambiado. Con COVID-19, hemos tenido que aprender a manejar una crisis de salud sin precedentes y su impacto en nuestras actividades y nuestras vidas. Más que nunca, debemos utilizar las herramientas, especialmente las tecnológicas, a nuestra disposición para poner en marcha soluciones innovadoras que creen valor financiero para las empresas, pero no solo eso. Entre estas herramientas, el Internet de las cosas (IoT) y los datos relacionados tienen un papel importante que desempeñar para ayudarnos a aprovechar el impacto económico, ambiental y social de esta crisis.
El IoT es una terminología confusa, que enfatiza la noción de objeto mientras que el problema es la recopilación de datos industriales o físicos. Un objeto solo crea datos, es un “mal” necesario para poder crear datos. Todas las empresas de todos los mercados necesitan nuevos datos para realizar su transformación.
Comprender el significado de los datos y su costo de extracción.
Ignorado durante demasiado tiempo, muchos datos que se pueden recopilar utilizando IoT ahora deben ocupar el lugar que le corresponde. Independientemente de los mercados o verticales involucrados, se ha vuelto esencial para las empresas identificar los datos relevantes para adquirir y tomarse el tiempo para analizar el valor que cada uno puede aportar al negocio. Este tiempo de análisis es necesario para poder cruzar las barreras de inversión en la estructuración de proyectos en volumen. Si este ejercicio parece laborioso y lento, es un paso obligatorio para analizar la relevancia de un proyecto con respecto al precio de extracción de datos que ofrecerán los proveedores.
Una vez que se determina el valor de los datos, es momento de considerar el costo de extraerlos. Este análisis requiere metodología, pero no constituye una dificultad mayor. Por lo tanto, es esencial que las empresas confíen en proveedores que puedan garantizar el costo de la extracción de datos durante todo el período de depreciación de un proyecto. Esta es la garantía de rentabilidad económica para los fabricantes.
De nada serviría invertir en un proyecto antes de haber obtenido este nivel de análisis y visibilidad sobre los requisitos previos para su realización. Los ejecutivos de la empresa podrán lanzar un proyecto sin miedo y contar con un retorno de la inversión garantizado solo cuando hayan recibido comentarios de los expertos que dan fe del valor de los datos.
El valor de los datos no es solo financiero
Adquirir, analizar y explotar datos puede tener muchos beneficios que van más allá del simple aspecto financiero.
También es una herramienta única que permite a las empresas, pero también a las comunidades, responder a los problemas ambientales. Hay muchos ejemplos, pero probablemente los más relevantes sean los relacionados con las ciudades inteligentes y el transporte y la logística. Al utilizar IoT a diario, minimizan de forma sostenible el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente.
Para las ciudades, los datos recopilados brindan a las comunidades información valiosa para establecer iniciativas de desarrollo sostenible, elaborar planes de acción y presupuestos y mejorar la gestión de la infraestructura. En el sector del transporte y la logística, el uso de datos de IoT permite en particular la optimización de procesos, señales y rutas, que ya pueden reducir drásticamente las emisiones de CO2.
La dimensión medioambiental se puede tener en cuenta en la evaluación de la RSE (responsabilidad social corporativa). Para cada tipo de datos adquiridos, es posible evaluar esta dimensión por separado. Al igual que el componente financiero, esta es una estimación equilibrada con el impacto del desarrollo de la solución.
Finalmente, los datos también juegan un papel social. Son particularmente útiles en el sector de la salud donde su recolección puede, por ejemplo, ayudar a comprender mejor y contener una epidemia como la que estamos viviendo desde hace casi un año. También son una herramienta fundamental para la protección de las personas vulnerables y pueden ayudar a anticipar un deterioro de su salud y acelerar la intervención de los trabajadores sanitarios.
Saber cómo aprovechar el valor de los datos no es poca cosa y requiere algo de dedicación, pero vale la pena el esfuerzo. Con el creciente número de objetos conectados en todo el mundo y dentro de las empresas, ya no podemos permitirnos ignorar este aspecto de la tecnología. Ya sea para comprender y gestionar mejor las crisis que, sin la tecnología, nos superarían por completo, para ahorrar tiempo y dinero o para responder a problemas ambientales y sociales, comprender y valorar los datos es esencial para permitirnos para innovar y estar preparado para afrontar el mundo del mañana.