Fuente: Securitas
Se habla mucho de los retos que el Internet de las Cosas –más conocido como IoT– genera tanto para la seguridad de las empresas como en los entornos domésticos; retos que son cada vez mayores a medida que el uso de los dispositivos que integran esta revolucionaria tecnología se dispara.
Pero si nos centramos en otros ámbitos de la seguridad, hablamos más de oportunidades que de retos, porque el IoT tiene multitud de casos de uso para proteger la seguridad de organizaciones de una amplia variedad de sectores.
Las líneas maestras del Internet de las Cosas
Localización de activos y personas, sensorización de espacios y seguimiento y rastreo. Estas son las tres grandes líneas maestras en IoT que, en nuestro caso, definen las soluciones que desarrollamos para mejorar la seguridad y los procesos de nuestros clientes.
Veamos lo que el IoT proporciona en cada uno de estos casos de uso:
Localización de activos y personas
Hablamos de herramientas que indican con total precisión dónde se encuentran los equipos de trabajo y activos dentro de una instalación específica, mejorando su trabajo diario y aplicando la innovación para mejorar la actividad operativa y de seguridad de la compañía. Son por tanto el aliado perfecto para instalaciones y sectores como centros comerciales, trasporte público, fábricas, hospitales, hoteles, edificios gubernamentales, residencias, etc., para, por ejemplo, mejorar el control de los vigilantes, la gestión del personal de mantenimiento, limpieza, etc., o avisar si se detecta alguna anomalía. El IoT puede prevenir también la pérdida desconocida de objetos o equipaje, localizar activos de alto valor (portátiles, equipamiento sensible…) controlar las visitas, la afluencia de acompañantes o la asistencia a eventos.
Sensorización de espacios
¿Alguna vez has oído hablar del metering? Es un concepto muy utilizado en IoT, cuya traducción más correcta es la de ‘medidor inteligente’. Pero, de lo que realmente estamos hablando es de sensores inalámbricos basados en IoT que se están aplicando en supermercados, farmacias o para controlar activos inmobiliarios; porque, entre otras cosas, nos ayudan a controlar la temperatura, la humedad o la luminosidad, alertan de cambios bruscos o de incidencias durante el transporte de medicamentos, ayudan a mantener espacios saludables y ahorrar recursos, o detectan si un inmueble ha sido abierto a través de puertas y ventanas.
En esta línea maestra también entrarían los manómetros digitales, que son soluciones que incorporan la tecnología Wireless a todos los puntos de control en una instalación antincendios o en cualquier instalación industrial o civil con agua a presión, para que tengan un control ininterrumpido en un aspecto vital para la seguridad de las instalaciones, y en la continuidad productiva como es la protección contra incendios.
En este ámbito también encontramos las soluciones de remoting, que permiten actuar de manera remota sobre determinados equipos. Un ejemplo son los cajeros desplazados que requieren de una instalación interna del sistema IoT para que sea el centro de operaciones del proveedor de seguridad el que se encargue de reiniciar los sistemas cuando estos no respondan, o de llevar a cabo una localización GPS si se detecta alguna sustracción de cajero.
Seguimiento y rastreo
En la economía digital el transporte y la logística han cobrado un papel central, al manejar activos de gran valor unitario o en el volumen que es necesario proteger. Mediante este tipo de soluciones se garantiza la seguridad en el transporte y las cadenas logísticas, y se facilita la gestión de flotas con aspectos como el control de la actividad, control de la temperatura, monitorización de vehículos, operaciones, cargas y conductores, etc. Otro ámbito de aplicación es el de la protección de trabajadores que desempeñan su labor en ámbitos remotos, aislados o bajo condiciones peligrosas; con soluciones que denominamos LoneWorker que, permiten mediante dispositivos IoT, enviar alertas y localización ante emergencias bien mediante un pulsador, bien mediante la detección automática de caída, inactividad u otros indicadores de incidencia.
El Internet de las Cosas también protege la salud de las personas
Desinfectar y desodorizar cualquier espacio es un proceso fundamental para proteger nuestra salud. Este proceso se ha convertido en un must en cualquier espacio cerrado en este contexto de crisis sanitaria.
Aquí entran en juego los sistemas de desinfección con tecnología IoT, que ya se están utilizando en muchos centros comerciales, colegios, supermercados, residencias, hospitales, bancos o instituciones públicas. Porque eliminan todo tipo de microorganismos de cualquier superficie – incluso de los conductos de climatización –, acaban con los gérmenes y moléculas de olor sin filtros ni químicos; no dejan residuos químicos, y permiten aumentar la productividad del personal. Y al utilizar la tecnología IoT, permiten realizar el proceso de desinfección y purificación en remoto, lo que simplifica aún más este proceso, que ahora más que nunca es fundamental para garantizar la salud de las personas.